Por: Laura Ali, MS, RDN, LDN
Así como cualquier jugador de baloncesto desea anotar puntos cada vez que hace un tiro, la mayoría de nosotros deseamos lo mismo durante la cena. Puede ser difícil anotar puntos todas las noches, pero el entrenamiento, la preparación y un plan de juego, verdaderamente ayudan a evitar tiros fallidos. ¡Prueba algunos de estos consejos rápidos para escapar del decaimiento de mitad de semana!
Planifica el juego: lleva tiempo, pero estarás listo para anotar puntos. Siéntate una vez a la semana a escribir el menú semanal. Para simplificarlo y que sea más entretenido, planifica las comidas en torno a temas diferentes: Lunes sin carne, viernes de fiesta, noche de ensaladas y noche de productos del mar. Ocasionalmente, agrega una noche de comida casera, una noche con una receta nueva y una comida favorita de la caja de recetas de mamá (o de la abuela) y anotarás miles de puntos todos los días.
“En sus marcas”: deja todo preparado para el día siguiente una vez que termines de lavar los platos de la cena. Prepara las comidas, las bolsas con refrigerios, corta vegetales para la cena de la noche siguiente o prepara la olla de cocción lenta y todo lo que necesites para arrancar por la mañana.
¡Sube un cambio!: lograr el punto óptimo todas las noches es difícil, así que mezcla para que la cena sea interesante. Busca productos de estación y aprovecha las ofertas semanales para que tus comidas sean siempre frescas. Mira revistas o Pinterest para inspirarte. Muchas empresas de alimentos comparten ideas maravillosas en sus sitios web con recetas interesantes para usar sus productos.
Trabajo en equipo: ¡involucra a toda la familia! Aun los niños pueden ayudar a planificar, a hacer las compras y a preparar las comidas. Define algunos parámetros pero también permíteles ser creativos. Obtienes un doble beneficio: los niños aprenderán algo sobre alimentos, cómo planificar una comida y tú descansas de tener que pensar ideas distintas cada vez. Además, cuanto más ayuden, es más probable que coman lo que sirves sin protestar.
Cuenta con lo básico: si en la despensa cuentas con los productos básicos, tendrás lo que necesitas para preparar la mayoría de las comidas. Guarda siempre frijoles, tomates, salsa de tomate y frutas en lata, caldo, pouches de atún, harina y azúcar, arroz integral, quinoa y pasta, además de una variedad de condimentos favoritos. De esta manera, podrás preparar una comida saludable en poco tiempo.