Encuentra actividades y juegos divertidos, haz que tus niños se entusiasmen con una alimentación saludable.
- Imprime hojas de juegos y actividades divertidas para enseñarle nutrición a tu hijo; My Plate tiene divertidos crucigramas, sopas de letras y laberintos que le enseñarán a tu hijo qué comer.
- Haz una lista de verificación diaria que indique cuántas porciones de cada grupo de alimentos necesita tu hijo cada día. Permite que tus hijos la marquen conforme avanza el día y que lleven la cuenta. Anímalos a comer los alimentos que les faltan en sus refrigerios.
- Motívalos a comer verduras o frutas de 3 o 4 colores distintos cada día. Haz que tener una rueda de frutas y verduras de colores sea un juego, para ver quién puede rellenarla con todos los colores al final de la semana.
- Involucra a tus hijos en la planificación de las comidas y en las compras. Por ejemplo, dales una variedad de vegetales para que elijan para la cena y deja que elijan cuáles les gustaría comer en una o dos noches. Tú sigues controlando las opciones, pero ellos sienten que están eligiendo, y es más probable que los coman.
- Lleva a tus hijos a comprar comestibles contigo, pero haz que sea divertido: dales una lista de alimentos nuevos que deben encontrar y déjalos elegir uno para probar. En el caso de niños más pequeños, pídeles que encuentren 5 vegetales de colores distintos cuando caminen por la tienda.
- Planta un huerto o llévalos contigo al mercado de productores para que comiencen a aprender de dónde provienen los alimentos.